LA JORNADA
Xalapa, Ver.- En un cuarto de dos metros por dos fueron velados los restos de Dora Isabel y sus hijos: Kevin, Alexa, Jair, María Fernanda y Cristofer, quienes perecieron sepultados por una avalancha de lodo provocada por las torrenciales lluvias de Grace, que como huracán categoría 3 impactó territorio veracruzano el viernes pasado.
El padre, Adán Moreno Ortiz, un joven que se dedica a la venta de fierro viejo, contó que antes de esta tragedia realizaba gestiones para construir una casa de ladrillo y concreto que los protegiera de las inclemencias del tiempo. Pero no le dio tiempo: el meteoro le arrebató su familia.
Brisas del Sedeño es una colonia ubicada en el noreste de esta capital, donde se asientan personas de escasos recursos que desempeñan diversos oficios como ayudante de albañilería y afiladores, entre otros.
Ahí llegó a vivir Moreno Ortiz junto con su esposa e hijos, que hace apenas 15 días habían visto nacer a la más pequeña de la familia.
El día del deslave, Adán se levantó muy temprano y salió a revisar el río Sedeño. “Como había caído mucha agua salí a echar un vistazo; quería asegurarme de que no se fuera a desbordar”.
Cuando regresaba a su vivienda, escuchó el crujir de una lámina y comenzó a ver que la tierra al pie de su casa comenzaba a deslizarse. “Corrí, quería entrar al cuarto, pero la tierra lo tapó todo. Empecé a gritar para que alguien me ayudara. Bajé a ver a mi papá, busqué a mis sobrinos y comenzamos a escarbar hasta sacar a mis hijos”.
Este domingo, bajo la lluvia que persiste tras el paso de Grace, los cuerpos de Dora Isabel y sus cinco hijos fueron llevados a la iglesia de La Asunción para que, entre aplausos, sus familiares les dieran el último adiós.
Xalapa es uno de los municipios más afectados por los aguaceros. Según protección civil municipal suman 103 colonias con afectaciones, según cifras preliminares.
Personal de la dependencia atendió reportes de 87 inundaciones, 22 derrumbes, cuatro deslaves, 32 deslizamientos y tres socavones entre la madrugada del viernes y el sábado.
Los vientos de más de 70 kilómetros por hora en Xalapa derribaron 21 árboles, siete bardas, tres tuberías rotas, así como cables y postes.