Clientes de la carnicería Romax, instalado en la ciudad de Orizaba, exigen al SAT y autoridades sanitarias una inspección sobre el presunto robo de carnes, mismo que se ofrece al público en general y taquerías de la zona.
La carnicería ubicada en la calle Cauville 13 Bis de la colonia Agrícola Librado Rivera, en la ciudad de Orizaba, ha sido acusada en repetidas ocasiones sobre la poca higiene que se mantiene en el establecimiento que a decir de los empleados la falta de refrigeración atrae a ratones, obligando a los empleados a matarlos en el interior del mismo.
Aunado a esto, los clientes se han visto sorprendidos por el bajo precio en que ofrecen el producto llevando desde un kilo hasta 300, en el mismo precio y es donde se surten las taquerías de la zona de las altas montañas.
En cuanto al sistema, no ofrecen facturación y simplemente emiten una nota sin declarar sus impuestos y de dónde proviene el ganado que ellos mismos comercializan.
“Nos venden muy barato, llevamos 266 kilos para las taquerías”, señala un cliente que afirma que el ticket que recibió es el único comprobante de la compra.
En el lugar se observa que el personal que corta y embolsa la carne no usa cubrebocas, hay bolsas con carne amontonada en un rincón, sobras en descomposición, muebles oxidados donde manipulan el producto, carne sin refrigerar y pisos con hongos.
Eso sí, los empleados llevan sus botas, mandil y gorra, pero ni la pandemia los obliga a que se cubran la boca.
Para rematar, la lista de precios exhibida al público en la pared es una burla, pues ninguno de los productos tiene precio. La PROFECO debería evitar que se violen los derechos de los consumidores, quienes pagan las consecuencias de un negocio que opera a la vista de forma irregular.