por Iván Peralta
Pescuezo
Vaya que en el puerto jarocho el panismo sigue el ajuste de cuentas entre sus grupos, y aunque la alcaldesa Patricia Lobeira guarda su distancia de la grilla partidista, ha puesto a sufrir o los alicaídos julencistas.
Hay que recordar que hace unas semanas, el familiar incómodo Luis Humberto Tejeda Taibo, ya estaba llorando y diciendo que vive bajo amenaza de expulsión y una “situación laboral muy comprometida”, pero básicamente nadie lo peló.
Otro en una situación similar es Enrique Mendoza Murguía, quien desde que llegó al senado en 2018 como particular de Julen Rementería, ha ganado dinero a manos llenas, y dicen que hasta cobrando dos salarios.
Mejor conocido como el que tira la piedra y esconde la mano, comenzó rentando un muy modesto departamentito por Netzahualcóyotl y Juárez y hoy es el nuevo rico de Costa de Oro.
Enrique Mendoza que de manera muy sospechosa fue liquidado del ayuntamiento de Veracruz, de acuerdo con el expediente 861/2008-1 de la Junta de Conciliación y Arbitraje local numero 4 de Veracruz, pues aparentemente hubo una negociación entre Julen y su primo y sucesor Jon, con lo recibió en aquella ocasión la cantidad de 370 mil pesos.
Pero ahora la situación se antoja más compleja, pues hay rumores de que tiene una plaza en el ayuntamiento que desde luego no trabaja y le están exigiendo presentarse para desquitar ese sueldo.
Y quién sabe cómo le va a hacer, pues también trabaja como secretario particular de Julen Rementería en el Senado de la República , y nos cuentan qué hay hasta demanda penal y todo.
Las de doble filo aseguran que en la Cámara Alta está dado de alta Mario Enrique Serrano Alarcón, con número de trabajador 15578, y tiene un supedito asignado de 143 mil pesos. Dicen que nadie conoce a ningún Enrique Serrano allá en el edificio de Reforma y Villalongín.
Y aunque ésta historia tiene muchos flecos, por ahora cerraremos el tema diciendo que además de don Enrique, la espada de Damócles pende sobre otros personajes ligados al vasco, que no tardando pasarán a la reserva de talentos, o al menos no continuarán en la nómina del ayuntamiento porteño. Avisados.
Pescado sarandeado
Menuda repasada le pegan en la columna Templo Mayor del diario Reforma a Sergio Gutiérrez Luna… y es que no se explica cómo le hizo el minatiteco para grabar el video en el que se le ve subir al Metro de la CDMX para preguntarle al “pueblo” qué opina de los consejeros del INE.
Es del dominio público que está prohibido hacer grabaciones audiovisuales en ese sistema de transporte y que los policías que lo custodian siempre han sido muy celosos de su deber cuando alguien saca una cámara y se pone a grabar, pues siempre exigen mostrar un permiso por escrito.
Aparentemente, el legislador morenista fue grabado en un recorrido desde la entrada de la estación, la taquilla, los andenes y hasta adentro de un convoy y ni quien le dijera algo.
“Una de dos: o pidió permiso con 15 días de anticipación, como lo marca el trámite oficial en el Metro, y entonces el video resultó no ser tan ‘espontáneo’ o violó flagrantemente las reglas de ese sistema de transporte y tuvo muuucha suerte de que nadie lo viera”, concluye el comentario.
¿Acaso para joder al incómodo consejero electoral Lorenzo Córdova, el diputado “Gutierritos” le habrá pedido el permiso directamente a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, la cual le corrió la invitación días antes para que la acompañara el sábado a una gira.
Por eso es que, dicen, se evitaron la pena de que Gutiérrez Luna se apareciera en la conferencia magistral sobre la reforma eléctrica que este mismo sábado dio en el World Trade Center de Boca del Río la secretaria de Energía, Rocío Nahle, gran amiga y aliada de Sheinbaum, la más fuerte precandidata presidencial.
Y pues si de ésta comoplicidad entre las morenistas existe alguna duda, pregúntense qué minatiteco quedó exhibido como ajeno al morenismo veracruzano que ya empieza a acomodarse con miras al 2024 y quien quedó súper posicionada con el foro de 10 mil personas que le organizaron en Boca York.