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9 mayo, 2024
Opinion

RECETARIO

por Iván Peralta

 

Tirados

 

Finalmente cupo la civilidad política y lo de ayer, por inocuo que parezca, marca un antes y un después en la maltrecha relación entre el gobierno estatal y el propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez y los alcaldes de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, Patricia Lobeira y Juan Manuel de Unánue.

 

Lo que hasta hace poco era impensable, finalmente se consumó y se vio al mandatario y los ediles trabajando codo a codo.

 

Con Juan Manuel de Unánue, que demostró con creces que Boca del Río es el sitio turístico más importante y con futurode la entidad, Garcia Jiménez recorrió el cárcamo de La Zamorana, donde se llevarán a cabo trabajos de rehabilitación.

 

Pero tomando en cuenta la auténtica vocación boqueña, el gobernador y el munícipe se sentaron para planear la próxima edición del Salsa Fest, del que mañana jueves se darán a conocer los pormenores. O sea, Unánue Abascal lo agarró por su mero mole, el bailongo.

 

Pero la gira del gober no se limitó a Boca… estuvo también con Paty Lobeira. De hecho ella asistió como invitada a Vargas, la zona rural del municipio porteño, donde se entregaron apoyos a los habitantes de esta comunidad, el gobernador resaltó la importancia de coincidir con los esfuerzos que hacen desde los municipios los alcaldes, porque de esa manera se atiende mejor.

 

“Sin miramientos de colores, las campañas ya pasaron, hoy tenemos que coordinarnos por ustedes, por la gente. Me da gusto que hayamos coincidido aquí con la licenciada Patricia Lobeira, porque tenía rato que no coincidíamos en el Puerto de Veracruz con las autoridades municipales; le agradezco la bienvenida, la cordialidad y la disposición, porque vamos a seguir trabajando juntos en beneficio del Puerto de Veracruz. Muchas gracias, amor con amor se paga”, sostuvo Cuitláhuac García.

 

Si es el caso, ojalá la cordialidad sea duradera y no haya flecos en ésta novedosa relación entre Palacio de Gobierno y la conurbación. Bien.

 

Cocido

 

Con quien no hay, ni por asomo, un afán de conciliación es con el diputado federal Sergio Gutierritos Luna. De hecho, ya que el Secretario de Gobierno lo tildó de panista y ajeno a la 4T, ahora se juega con versiones de que no hubo falla en su operación para la votación de la Reforma Eléctrica, sino que ya hablan de traición a “ya saben quién”.

 

En el altiplano es la comidilla pues crecen los convencidos de que no se equivocaron quienes desde Veracruz le recordaron su pasado panista al diputado minatitecomexiquense.

 

No habían pasado ni 40 horas del fracaso en la discusión y votación fallida de la reforma constitucional en materia de energía eléctrica que el mismo Gutiérrez Luna operó, cuando el legislador del Estado de México —donde está avecindado desde hace muchos años— se reunió con Santiago Creel Miranda, militante de Acción Nacional.

 

Con Creel comparte no solamente su afinidad política real —aunque Gutiérrez se presuma de Morena—, sino también por haber llegado a la curul por la vía plurinominal; para ser más claros, pues, sin el voto de la gente.

 

Por eso no extraña que se le haya visto caminar junto a Santiago Creel en el patio central de la Cámara de Diputados durante la muestra “Veracruz en San Lázaro. Esplendor del Golfo de México”, donde compartieron bebidas, viandas y comida, tan cuates como siempre.

 

También con sus cuates priistas, como la diputada Marcela Guerra Castillo, del estado de Nuevo León, y otros tantos más que el domingo pasado ocuparon la tribuna para atacar con verborrea la pretendida reforma del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

A Gutiérrez se le vio cómodo con la oposición, no se le olvida su origen blanquiazul. Luego de lo visto, más de uno debe preguntarse si la votación en contra de la reforma fue porque el operador natural de la Cámara le falló al Presidente, o quizá, lo traicionó.

 

Habas enchiladas

 

Ahí también se cuecen habas Las diferencias entre el Ayuntamiento de Veracruz y el sindicato de Limpia Pública parece seguirán durante varias semanas.

 

Los beneficios obtenidos en el contrato colectivo de trabajo por Antonio Baxzin Mata en administraciones municipales anteriores, rayan en lo exagerado.

 

Por poner algún ejemplo, las despensas de fin de año qué incluyen, bacalao, salmón, vinos, quesos extranjeros, entre otros, llegan hasta los 8 mil pesos.

 

Las reparaciones de la sede del sindicato, ubicado en la colonia 21 de abril, tienen que ser absorbidas por el Ayuntamiento de Veracruz.

 

Las horas extras (uno de los problemas que se tiene con esta nueva administración) no podían ser comprobables; y por si fuera poco, el propio hermano de Nino, de nombre Marcial, se incluya en ellas, teniendo él un puesto administrativo en el sindicato y no operativo en las calles de la ciudad.

 

Nino Baxzin se convirtió en el “Zar de la basura” en la ciudad bajo el cobijo del PRI, y ahora pretende hacer lo mismo, escudado bajo las siglas del Verde Ecologista.

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