Por: Roberto Méndez
Para Carmen, el día domingo fue un amanecer de angustia, los gritos de vecinos y el ruido de la maquinaria que se disponía a destruir el hogar que ha formado con su hija y sus dos nietos, iba a ser destruido.
Desde hace más de 7 años, Carmen lucha contra el cáncer de tiroides que poco a poco a ido mermando su voz, una voz ronca, que apenas y se alcanza a escuchar.
Carmen, observa desconsolada y con preocupación el pequeño negocio que había emprendido para pagar su tratamiento y conseguir sus medicinas, que le permitan seguir luchando por su vida y el bienestar de sus nietos.
“Soy de las personas que desafortunadamente vinieron a desalojar, y clausuraron mi vivero, me dieron chance de desocupar hasta el miércoles”, argumenta con preocupación al no saber hacía dónde irá, mientras alcanza a leer los sellos que le pusieron.
Entre todos los afectados, lograron unirse para evitar que la maquinaria ingresara, al pequeño vivero que tiene Carmen.
Menciona, que sus vecinos al verse sorprendidos, sin que nadie les avisara que tenían que desalojar, se unieron para evitar que los hombres vestidos con chalecos e insignias de Comercio y Gobernación del ayuntamiento de Veracruz, dieran la orden de destruir su hogar y centro de trabajo.
“En ocasiones me gano, 300 pesos vendiendo mis plantas, esto lo ocupo para pagar mis medicinas e ir sobreviviendo con mi hija que también es mamá soltera y tiene dos hijos”.
Aunque acepta que a ella la invitaron a invadir la zona que no está permitida para vivir, empezó limpiando el área y se plantó para después formar el vivero que sería parte del sustento diario.
“Yo sola empecé, nadie nos dijo nada y varios vecinos tenemos más de 10 años viviendo acá, nunca avisaron que debíamos desalojar y si así lo hubieran hecho, nos podíamos preparar, pero no fue así y ahora no sé a dónde ir”.
Carmen desea que alguna dependencia o autoridad pueda ayudarla, a que la dejen continuar viviendo o al menos la puedan reubicar en algún lugar donde continúe vendiendo sus plantas y luchando por su vida.